Las raíces de TGW se remontan a 1969, cuando el empresario Ludwig Szinicz se hizo cargo de un pequeño taller de metalurgia en Wels. Con diez empleados, la empresa producía carros para preparación de pedidos, carretillas y remolques para cargas pesadas. La compañía desarrolló en 1970 las primeras cintas transportadoras de la historia de la empresa, para un minorista austriaco de venta a distancia. Esto sentó las bases para una historia de éxito en la intralogística.
Desde entonces, TGW se ha concentrado exclusivamente en la intralogística. La gama de productos se ha ido ampliando con productos innovadores tales como máquinas de almacenamiento y recuperación, soluciones de sistemas de transporte y sistemas de almacenamiento.
La empresa experimentó un crecimiento continuo y pronto tuvo cientos de empleados. TGW se convirtió a principios de los años 2000, en un fabricante de renombre internacional de subsistemas mecatrónicos para la intralogística. Los productos de Wels gozan de una excelente reputación en la industria y se caracterizan por su sofisticada tecnología y alta fiabilidad.
El camino recorrido hasta convertirse en un integrador de sistemas
El año 2008 se caracterizó por un cambio fundamental en la estrategia de la empresa, que es de vital importancia para el futuro desarrollo de TGW. La empresa pasó de ser un fabricante de subsistemas mecatrónicos a un integrador de sistemas. La empresa ya no sólo abastecería a otras empresas, sino que también planificaría e implementaría centros logísticos de alta complejidad como contratista general.
Como resultado, cada vez más clientes confían en la experiencia brindada desde Alta Austria, incluyendo marcas globales como Adidas, Coop, Skechers y Zalando. Esto también implica la internacionalización del negocio.
Hoy en día, TGW tiene unidades en tres continentes y más de 3.500 empleados en todo el mundo. Aproximadamente la mitad de ellos trabajan en los tres centros de Marchtrenk, Wels y Rohrbach en Alta Austria. Durante el ejercicio fiscal 2018/2019, la compañía generó ingresos por ventas de 719,6 millones de euros (790 millones USD).
La fundación privada TGW Future proporciona estabilidad
La característica exclusiva de TGW es su estructura. El fundador, Ludwig Szinicz, quería asegurarse de que, incluso después de su retiro de la dirección de las operaciones cotidianas, TGW siguiera siendo una empresa estable e independiente. Por lo tanto, fundó la Fundación Privada TGW Future en 2004 y legó a ésta todas sus acciones en la empresa especializada en intralogística. Su intención al hacerlo era garantizar que el futuro se asegurara a largo plazo y que TGW siguiera operando de acuerdo con su filosofía "Focusing on People - Learning and Growing".
Como empresa de fundación, TGW no puede venderse. Dos tercios de los beneficios permanecen en la empresa y se invierten. De este modo, TGW es un empleador y un socio fiable para sus clientes. La fundación también apoya las iniciativas benéficas de Future Wings que se centran principalmente en educación y formación profesional para jóvenes.
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